«Solo quiero que me dejen trabajar», indicó José Maciel, vendedor de chipas desde hace 18 años que se comunicó con CUENTAS CLARAS para denunciar esta situación.
José Maciel, explicó en CUENTAS CLARAS que funcionarios de la comuna, acompañados por la policía, se acercaron a advertirle que no podrá permanecer más en el predio y que lo sacarán por la fuerza si vuelve a ingresar. “ Solo pido que me dejen trabajar para mantener dignamente a mi familia”
José lleva casi dos décadas vendiendo la chipa que él mismo elabora junto a su familia, de manera artesanal, en la vereda de la Terminal de Ómnibus de Oberá. Pero debido a las altas temperaturas y el clima, fue adentrándose para resguardarse, lo cual, según el reglamento, no está permitido.
Por ese motivo, funcionarios del municipio, acompañados por la policía, le advirtieron que no podrá seguir utilizando ese espacio con su ‘carrito’ y deberá ubicarse
“afuera”, donde solía estar y donde no hay inconveniente de que realice su actividad. Maciel, no de acuerdo con la medida y pidió que le permitan el ingreso y argumentó que “es la única forma de sustento para mi familia”.
“Hace dieciocho años que me dedico a elaborar y vender la chipa que todos conocen como Josecito de manera artesanal. No oculto nada, está todo a la vista, pueden controlarme lo que quieran, pero me sorprendió esto que vinieron a querer ‘correrme’ como si fuera un extraño de un lugar donde no molesto a nadie y donde mucha gente me conoce”. Sin embargo, reconoció que el problema no es que venda chipa, sino que no se permite la venta ambulante dentro del edificio de la terminal.
