La Universidad Nacional de Misiones cumple 50 años y la Facultad de Arte y Diseño, 32 años como facultad. Desde la institución hacen un breve repaso biográfico.
La historia de la Facultad de Arte y Diseño es extensa. Está marcada por un espíritu pionero y el interés por reflexionar sobre lo propio, visibilizar la cultura, e indagar y desarrollar recursos y tecnologías locales.
En 1960 llega a Oberá el escultor Arturo Gastaldo, oriundo de Posadas y recientemente graduado de Profesor Superior de Escultura en la Universidad Nacional de La Plata, con la intención de crear una Escuela de Cerámica. En un contexto en el que florecían las primeras instituciones educativas de la zona centro de Misiones y crecía la demanda de profesionalización, así como el interés por cuestiones culturales y el lenguaje artístico.
Con el apoyo del gobernador, Dr. César Napoleón Ayrault, Arturo se presenta ante la docente Teresa Morchio de Passalacqua, le explica sus intenciones y le pide ayuda. Teresa acepta el desafío y suma a los integrantes de El Piolín, un grupo organizado en pos de la visibilización de la cultura en Oberá.
El objetivo de Gastaldo era indagar sobre los materiales existentes en la región, como el barro de ñau, abundante en la zona, y abrir la posibilidad de que las personas puedan apropiarse del lenguaje artístico visual y produzcan a partir de su contexto.
Con esta idea, se presenta también ante Heriberto Ferreyra, uno de los primeros periodistas del lugar, quien tenía un hijo que mostraba vocación artística y que se había ganado una beca para estudiar en La Plata: Abelardo Ferreyra. Gastaldo lo insta a quedarse y convertirse en su alumno.
Sumando adhesiones, el 3 de abril de 1961 la Escuela de Cerámica y Dibujo inicia sus actividades académicas. Al no contar con local propio, le siguió un largo peregrinaje desde la cocina y el sótano de la Escuela N° 185 y las más variadas locaciones, hasta llegar a un local propio en la calle Caruhe, donde aún permanece. Los primeros egresados fueron: Abelardo Ferreyra, Nélida Alberto, Nancy Ferreira, Waldemar Hedman y Gilberto Haselstrom.
El barro con el que se trabajaba era extraído por los alumnos y el profesor Gastaldo de zonas periféricas de Oberá. Las primeras cocciones se efectuaron en un horno a leña construido por los hermanos Haselstrom en su domicilio. Luego, con la ayuda de Heriberto Ferreyra, constituyeron una cooperadora que posibilitó la compra del primer horno eléctrico.
En las formas escultóricas, Gastaldo decide retratar al ser misionero. Se vislumbran referencias a los mensúes, colonos, guaraníes, oficios, situaciones, y una visión crítica hacia las injusticias en el trabajo agrario. Esta impronta se puede ver también en parte de la producción de quienes fueron sus alumnos.
Algunos ejemplos son las “Caá Yarí”, “Tareferos”, “Pisadora de maíz”, “Curandera”, de Arturo Gastaldo; o “Madre del Paraná”, esculpida en piedra de San Ignacio por quien fuera pionero en su uso: Abelardo Ferreyra, que dibujó y esculpió a partir de una gran variedad de materiales, como el caso de “Tarefero cargando raído”, en cerámica esmaltada. Sobre esto, Abelardo recuerda que recorrían la región en busca de materiales físicos y simbólicos para su producción.
Frecuentemente se los veía en las comunidades guaraníes y en los campamentos tareferos, indagando y compartiendo momentos de trabajo y de ocio.
En 1974, la escuela, convertida en Instituto Superior del Profesorado en Disciplinas Estéticas, pasa a la órbita de la naciente Universidad Nacional de Misiones. Su crecimiento sigue un ritmo acelerado. He aquí algunos hitos: en 1985, se constituye en Facultad de Artes y en 1993 se incorpora la carrera Diseño Gráfico. En el 2011, se integra el arte audiovisual con la creación de la Tecnicatura en Medios Audiovisuales y Fotografía. Este crecimiento propició la materialización de un cambio de paradigma en las artes visuales, que pasan a reconocerse también como proyectuales. Es así como, en el 2012, la institución adopta el nombre de Facultad de Arte y Diseño.
En el marco de los 50 años de la UNaM y 62 de la Escuela de Cerámica y Dibujo, se incorpora una nueva disciplina proyectual de gran demanda en la región: la carrera de Arquitectura, Urbanismo y Territorio; lo que marca un nuevo hito en la institución.
Lo que comenzó como una modesta Escuela de Cerámica y Dibujo, con un taller en un domicilio particular, hoy es una institución universitaria con más de 10 carreras de grado, pregrado y posgrado. En sus instalaciones cuenta con talleres de escultura, grabado, pintura, fotografía y cerámica; un Centro de Producción Audiovisual (CEPA), un Laboratorio de Diseño, Arte y Tecnología (DAT LAB), que entrecruza disciplinas potenciando la indagación y las posibilidades de producción; y el Museo FAyD ubicado en el mismo campus, que expone producciones propias y foráneas, con acceso libre y gratuito. Además del Espacio INN, en proceso de institucionalización, un centro interdisciplinario de innovación y agregado de valor a la madera a través del diseño.
La FAyD, así como la UNaM, ha alcanzo un desarrollo tal vez inimaginado para aquel joven escultor en aquella época, pero rinde homenaje a la iniciativa de sus pioneros. El desafío es sostener lo logrado y desarrollarse teniendo en cuenta los intereses e inquietudes que la constituyeron desde un principio y le permiten seguir proyectándose.